La flacidez en los brazos, también conocida como ‘alas de murciélago’, puede combatirse y eliminarse con este ejercicio tan conocido
Como indica el duicho popular ‘Tu cuerpo es tu templo’ y es por ello que cuidarlo debe ser prioridad, sobre todo conforme nos vamos haciendo mayores. Además de por salud, tanto física como mental, nuestra imagen también es importante y estar agusto con ella puede marcar la diferencia en nuestra vida.
Llevando el foco a los brazos, estos suelen estar a la vista cuando hace calor, momento en que nos ponemos ropa sin mangas o bañadores y bikinis al bañarnos en la piscina, el mar o el río. Aunque todos los cuerpos son válidos para mostrarse, bien es sabido que para muchas personas es más estético tener un cuerpo definido o que se vea saludable.
Es aquí donde entra la flacidez de los brazos, que aparece cuando tenemos un peso elevado, cuando engordamos y adelgazamos y también con el paso de los años, siendo los 40 cuando se empiezan a notar más esas temidas ‘alas de murciélago’ que no son otra cosa que piel o grasa que cuelga de la parte de debajo de los brazos.
En palabras de una experta
Sin embargo, aunque no se pueda luchar contra la gravedad y la genética, sí podemos poner algunas soluciones para intentar mejorar el aspecto de los brazos a partir de los 40 años. Tal como recoge un artículo de ‘Elle’, Efthalia Tsimkas, master trainer de Brooklyn Fitboxing: «la flacidez en todo el cuerpo, pero en general en brazos y piernas, es un problema común de hombres y mujeres, resultado de una combinación del envejecimiento natural, la falta de ejercicio y la pérdida muscular y la exposición al sol».