- Emisión de olores penetrantes alertaron a los pobladores de esta zona
Una respuesta rápida y oportuna brindaron los entes de salud, ambiente y seguridad del Municipio de Quito ante la denuncia de pobladores del sector de Llano Grande y Pomasqui, sobre la presencia de fuertes olores que podrían provenir de sustancias químicas y que afectaron su salud.
Personeros de las secretarías de: Ambiente, Seguridad y Salud; el Cuerpo de Bomberos; administraciones zonales de: La Delicia y Calderón; y Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) hicieron inspecciones en varios tramos del Río Monjas (norte) y tomaron muestras, tanto del agua como del suelo, con el propósito de estudiar la existencia o no de sustancias químicas que provocaron la emisión de gases. Estas mediciones determinaron que no había presencia de los mismos.
Cristian Benalcázar, de la unidad de materiales peligrosos del Cuerpo de Bomberos, explicó que, desde el martes 26 de marzo, los diferentes entes municipales se activaron para realizar varias mediciones, que determinaron que los olores no han sido altos por lo que no ameritaba que la gente sea evacuada de los sitios donde se alertó la emergencia”.
Las evaluaciones se realizan desde el sector de Carretas hasta el sector de Urabá. “Esta situación de los olores ha generado problemas en las vías respiratorias, pero no existe ningún caso de traslado a hospitales. La Secretaría de Salud se encuentra en los lugares en los que se presentó el incidente y trabajan con la población que podría ser afectada, así como con las personas que presentaron sintomatología para verificar el estado en el que se encuentran”, subrayó.
Además, en la cuenca del Río Monjas se efectúan sobrevuelos con dron para determinar el impacto de la contaminación y se realizarán los análisis de los contenidos de los alcantarillados (lugares de los que emanan los olores) con especialistas de Epmaps.
El trabajo se realiza de forma coordinada con los GAD Parroquiales, el Municipio de Quito y con la comunidad.