Con un discurso cargado de simbolismo, firmeza y un tono esperanzador, el presidente Daniel Noboa Azín asumió oficialmente el poder en la Asamblea Nacional con su posesión, marcando lo que él mismo calificó como “un antes y un después” para el Ecuador.
Desde el inicio, el mandatario Daniel Noboa, quien estará cuatro años en el poder, enfatizó el valor de la memoria colectiva y el compromiso con un futuro compartido. “Hoy es uno de esos días. Un día para hablar con la verdad, con la memoria viva y con la convicción de que lo que hemos hecho, y lo que está por venir, nos pertenece a todos”, declaró frente a los legisladores, representantes del Estado y delegaciones internacionales.
En su posesión, Daniel Noboa recordó los momentos críticos que atravesó el país en los últimos meses y reivindicó lo que denominó como una “victoria popular”. “Lo hicimos de manera contundente y determinada, con el único objetivo de salvar a esta patria. Esta patria que fue saqueada, corrompida y secuestrada”.
Refiriéndose a la lucha contra las mafias, aseguró: “Esta no es una lucha contra la delincuencia común. Es una confrontación directa con estructuras criminales organizadas (…). No se lo permitimos porque este país no les pertenece”.
El presidente insistió en que su proyecto político no fue una campaña electoral, sino una forma de gobierno: “Firme contra el crimen, justo con su gente, visible con sus obras”. Añadió que “el Nuevo Ecuador” se construye con reformas profundas y acciones concretas. Entre sus promesas para los próximos cuatro años están la inversión pública para generar empleo juvenil, obras emblemáticas como el Quinto Puente en Guayaquil, la construcción de 100 000 viviendas, y la repotenciación de hospitales como el Eugenio Espejo en Quito. Noboa también se comprometió con proyectos de atención social como el “Bono de los 1000 primeros días” para madres embarazadas y niños pequeños.
En un mensaje claro hacia las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, dijo: “Han sido el escudo del Ecuador. Sepan que cuentan con un presidente que los respalda en su misión de proteger la vida de los ecuatorianos”.
También anunció una profunda transformación energética, con énfasis en la diversificación de fuentes limpias y la modernización del sistema eléctrico. Prometió enviar la Ley de energía nuclear. “Vamos a renovar y darle carácter de empresa a Petroecuador, CELEC, CNEL y Enami”, afirmó, asegurando que los ingresos serán destinados al desarrollo del país.
Refiriéndose a la Asamblea Nacional, ahora con mayoría oficialista, Noboa citó a Goethe para marcar el estilo que espera de sus legisladores: “Lo importante no es hacer cosas nuevas, sino hacerlas como si nunca nadie las hubiera hecho antes”. Y añadió: “Esa es su misión, legislar como nadie lo hubiera hecho antes”.
El presidente Daniel Noboa cerró su discurso de posesión con una reflexión filosófica inspirada en Marco Aurelio, invitando a no rendirse ante la adversidad: “Cuando caigamos, volvamos a levantarnos. Cuando perdamos el rumbo, volvamos a empezar”. “Este es el tiempo de actuar, de construir, y de unirnos con propósito”, sentenció. “La historia del Ecuador no se va a escribir por sí sola. La escribimos nosotros”.